Celebramos el 5º aniversario del manual de mala cocina de Itxu Díaz con el capítulo «Actividades avanzadas»

Se cumplen cinco años del lanzamiento de Aprende a cocinar lo suficientemente mal como para que otro lo haga por ti (Hércules Ediciones, 2015), obra de humor de Itxu Díaz que tomó el relevo al exitoso Yo maté a un gurú de Internet, que había visto la luz en 2012. El libro, ilustrado por el pintor Íñigo Navarro Dávila y con epílogo del periodista Víctor de la Serna, se presentaba como «el primer, único y exclusivo manual que te enseñará a no saber cocinar». Actualmente a la venta con envío a domicilio en Casa del libro, Fnac, El Corte Inglés, y Hércules Ediciones entre otros.

Este fue el booktrailer que presentaba la obra:

Algunas comentarios sobre el libro en el momento de su lanzamiento:

 

Para celebrar esta fecha redonda, en Itxudiaz.com te ofrecemos el capítulo 7 del libro:

Actividades avanzadas en la cocina*

El hombre es un animal valiente en la cocina. Rara vez lo veríamos experimentar con los circuitos de su coche intentando arreglar un fallo eléctrico en el ABS –excepto esa clase de hombres que tú y yo conocemos-, pero en cambio es frecuente verlo intentando realizar actividades de alto riesgo en la cocina.

Cuando un ser humano se sienta ante un manual de cocina y descubre que las recetas se dividen entre “fácil”, “asequible” y “difícil”, veremos que casi siempre, con gran arrojo y ardor guerrero, se lanza a por lo más complicado, sobre todo si es la primera vez que se viste un delantal.

Las recetas más complicadas incluyen actividades harto peligrosas como las que abordamos a continuación. Este autor no se hace responsable de las consecuencias de que intentes hacer estas cosas en casa. En realidad, si vas a entretenerte con esto, es mejor que metas un puñado de paquetitos de fuegos artificiales en el microondas. Tú verás.

DESMOLDAR
Es el proceso por el cual un pastel o bizcocho pasa de estar hecho en su molde a estar deshecho en el suelo.

ESCALFAR
Esta actividad es tan sumamente compleja que ni siquiera el autor se ha atrevido a realizarla. Sobre todo por lo que se pone en riesgo, que no es un pastel o un bizcocho, sino los huevos.



SALTEAR
Cuando tienes una serie de elementos quemándose en el interior de una sartén y tú estás con una cuchara de palo en la mano, comienzas a agitar la cuchara y golpear la comida sin ninguna lógica y sin tener idea de lo que estás haciendo ni por qué. Eso es saltear.

CARAMELIZAR
Se trata de una técnica avanzada que está muy moda. Consiste en añadirle Sugus de fresa a la cebolla pochada. Me parece.

HACER GIRAR MASA DE PIZZA SOBRE TU DEDO ÍNDICE
Extiende tu dedo índice. Pon encima la masa de pizza. Ahora intenta hacerla girar. Bien. Probemos ahora desembalando el plástico de la masa. Extiende tu dedo índice, comienza a hacerlo girar de forma irregular como la hélice de un avión de juguete. Con la otra mano, abre y extienda la masa de pizza sobre una superficie superficial. Pon la pizza sobre tu mano, y cuando tu dedo –de la otra mano- haya cogido la suficiente velocidad, lanza la pizza e intenta pescarla con el dedo sin dejar de moverlo.

Ahora deja de hacer el gilipollas y ponte a preparar la pizza, que va a empezar el partido.

ESTOFAR
Cuando ya sepas cocer, freír y asar, en todas sus variantes, estás en condiciones de estofar. Pero si realmente estás en condiciones de ponerte a estofar, no creo que sea necesario que te explique cómo se hace.

REHOGAR
Se trata de una práctica que cada vez es más importante en la cocina moderna. Consiste en tirar alimentos a una sartén con algún tipo de líquido –por ejemplo aceite- o condimento, y lograr que salgan unas nerviosas y ruidosas nubecillas de vapor con forma de rehogado. Cuando esto haya sucedido, repítelo otra vez, y ya sabrás rehogar.

REBOZAR
Aunque se encuentra entre las actividades avanzadas, en realidad se trata de una antigua costumbre bastante extendida. La tribu de los Chamka, que viven en el hígado del Himalaya –odio que todo lo exótico esté en el “corazón del Himalaya”-, ya empleaba la técnica del rebozado para sus sacrificios humanos. Antes de comerse al elegido, lo metían en un gran tupper del Carrefour y le daban unas vueltas sobre pan rallado. El error lo cometían después al lanzarlo a la brasa. El rebozado comenzó a funcionar mucho mejor desde que se descubrió el aceite hirviendo.

MONTAR NATA
Actividad de gran importancia en repostería y de suma sencillez. Pero como todos los libros de cocina la sitúan como práctica “avanzada” yo no he querido ser menos. Para montar nata se necesita una tetra brick de nata para montar. Éste se sitúa sobre el suelo de la cocina, tras instalarle un pequeño ronzal y unas riendas. Ahora súbete con cuidado al tetra brick, tira con fuerza de las riendas, y berrea algo que te parezca convincente.

Si logras cabalgar por toda la casa con soltura, la nata está montada.



CONSTRUIR UN CASTILLO CON LA CRISTALERÍA
Hay recetas cuya elaboración lleva una eternidad. En esos momentos querrás divertirte y pasar el rato cambiando de actividad. Un deleite habitual de los cocineros es hacer castillos con la cristalería. Es cierto que tiene algunos riesgos, por eso lo he incluido en este apartado. Pero también lo es que si no te entretienes construyendo la torre, se te pasará el tiempo volando barriendo todos esos cristales.

Si además, en el proceso, te cortas en un dedo, puedes hacerte marcas de sangre en la cara, al modo en que los indios Chakal suelen prepararse para la guerra. Una vez ataviado tendrás una diversión extra: cíñete una toalla para taparte el culo, descálzate, aúlla bien alto, y vete a visitar a la vecina haciendo a su alrededor la Danza de la Lluvia.

LIMPIAR
De todas las actividades avanzadas que pueden realizarse en el interior de una cocina, después de la construcción de una microcabeza nuclear para la elaboración de postres bélicos, destinados a los satélites militares auxiliares que los programas secretos de la NSA están preparando para la IV Guerra Mundial, lo más difícil y delicado que puedes hacer en este habitáculo es limpiar.

Limpiar consiste en recoger los restos que han sobrado después de tres o cuatro horas cocinando. Limpiar tu escritorio puede hacerse con un paño. Limpiar una cocina requiere multitud de productos y tantos paños como familias de microbios encuentres. Tendrás vapor mezclado con hierbas y microtrozos de comida en las paredes, rabos de vegetales, raspas de pescado, y restos de carne amontonados en diferentes lugares, y todo estará lleno de aceite, como si te hubieras esmerado en pintar la cocina de grasa con un pincel.



Uno de los grandes problemas a la hora de limpiar es saber dónde está el fregadero. Casi siempre que nos ponemos a cocinar, desaparece. Intenta divisar a tu alrededor una torre inmensa de platos y ollas amontonadas en evidente equilibrio inestable. Desarma poco a poco el castillo y, con toda seguridad, encontrarás el fregadero. Una vez que hayas detectado el fregadero, dale un abrazo de mi parte. Ahora abre el lavaplatos y mételo todo allí.

Por mucho tiempo que le dediques, es imposible que la cocina quede tan limpia como cuando la compraste. Pero de la misma forma que cocinando mal puedes lograr que alguien lo haga por ti, si eres capaz de mantener la cocina lo suficientemente guarra, es probable que alguien se compadezca de ti y te ayude a salir del aprieto. Pon especial énfasis cuando te visiten tu madre o tu novia. Al fin y al cabo son las dos únicas personas que conoces que tienen corazón, y que podrían enternecerse si te ven apuros. Cuando vean que estas intentando limpiar la olla de los macarrones con Pato WC, y que tienes espuma de Mistol en el pelo, les darás tanta pena que te insultarán un rato, y después te ayudarán a salir del apuro.

*Fragmento de libro Aprende a cocinar lo suficientemente mal como para que otro lo haga por ti de Itxu Díaz. Está actualmente a la venta con envío a domicilio en Casa del libro, Fnac, El Corte Inglés, Amazon (temporalmente sin stock) y en la editorial Hércules Ediciones.