Itxu Díaz: “Lucho por dignificar el oficio del escritor satírico”

-Carta abierta de Itxu Díaz a editores, libreros, periodistas y lectores en la publicación de su nueva obra de humor-

“Se han muerto los grandes escritores satíricos y no ha habido relevo; el humor sufre una pésima reputación”

Me piden que escriba unas líneas para presentar a la prensa y a los lectores ‘Aprende a cocinar lo suficientemente mal como para que otro lo haga por ti’ (Hércules Ed, 2015). Me suplican que escriba en serio. Voy a intentarlo.

Este libro es el fruto de tres años de trabajo, o como se llame lo que hacemos los escritores cuando nos encerramos con tabaco, papeles, y whisky, y no dejamos entrar a nadie. Comencé a escribirlo sobre la oleada de buenas críticas de ‘Yo maté a un gurú de Internet’, en la madrugada del 5 de mayo de 2012. Tengo aquí los primeros papeles. Su título provisional era ‘Con la muerte en los fogones’, que tenía la ventaja de carecer de rima alguna.

En contra de lo que pueda parecer, no es un libro de cocina, como tampoco ‘Yo maté a un gurú de Internet’ era un libro de tecnología, por más que en los grandes almacenes se empeñaron en situarlo entre libros de Informática; que es como ubicar las obras de Santa Teresa en la sección de manuales de Coctelería. Dicen mis enemigos que este es el libro más divertido de mi carrera. Los amigos qué van a decir…

Sin embargo, me repele eso de presentar un libro de humor en un momento en el que la literatura humorística más vendida se limita a recopilar chistes de monologuistas. Y de acuerdo, que Dios los tenga en su gloria, pero yo hago otra cosa. Supongo que no llego al humor por el camino del humor, sino por el de la vida, y tropezando con las lecturas de los nuestros: Jardiel, Gómez de la Serna, Julio Camba, Muñoz Seca, Mihura, Larra, Silvela, hasta llegar a hoy, a Alfonso Ussía, el último de los columnistas divertidos de tradición; y siempre enamorado de los de fuera, claro, sean británicos o americanos: Chesterton, Dickens, Waugh, Wodehouse, Thompson, hasta llegar a O’Rourke, el más divertido de América.

Se han ido muriendo los satíricos y no ha habido relevo, de igual forma que desaparecieron las parejas humorísticas de los 80 y el ingenio cómico ha dado paso a los guiones de factoría. ¿Humor-basura? No. Hay piezas memorables, pero es, insisto… otra cosa. Mi empeño con este libro es dignificar el oficio del escritor satírico. de los que vemos en el humor la fórmula para sobrevivir y para ayudar a sobrevivir a otros.

‘Aprende a cocinar… mal’ es la forma en que yo veo la cocina de casa cuando entro, todos los fantasmas que planean por sus páginas son, al segundo, identificados como propios por el lector, que además, por el mismo precio, aprenderá a realmente mal. Un oasis, paz, humor blanco, quizá, contra nadie, seguro. Eso he intentado: un oasis en medio de tanta intensidad ideológica; evasión y solaz durante horas. Una pérdida de tiempo, en el más antiguo y elogioso sentido.

Corren tiempos duros para todos: editores, periodistas, escritores, libreros y por supuesto para los lectores. Por eso mi empeño es también que toda la cadena literaria disfrute de verdad con este libro, que haya oasis para todos. Y como muestra de la firmeza del propósito, la presentación principal del libro -la del 26 de mayo en Madrid- será una gran fiesta, en lugar del típico y tedioso acto literario. En tal ocasión espero contar con todos. Antes tenemos una cita en la librería, esos pequeños paraísos añejos que aún se encuentran en el barrio, en algunos aeropuertos, y en muchos centros comerciales. Que duren.

A vuestra entera disposición,

Itxu Díaz
La Coruña,
Martes 5 de mayo de 2015

 

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